La jersey local de la Fiorentina era de su característico color púrpura, con detalles en blanco, mientras que el visitante era blanco con toques en púrpura. A pesar del descenso del equipo esa temporada, estas camisetas siguen siendo recordadas por su estilo distintivo y la presencia de jugadores como Gabriel Batistuta, quien comenzaba a consolidarse como leyenda del club.