Esta camiseta fue utilizada por la selección francesa en la Copa del Mundo del 2006. En esta edición, Francia llegó a la final, donde protagonizó uno de los encuentros más recordados de la historia reciente, especialmente por el icónico cabezazo de Zinedine Zidane en su último partido como profesional. La selección francesa fue subcampeona tras caer en penales ante Italia, pero el torneo será siempre recordado por la calidad y liderazgo de Zidane a lo largo de la competición.