La icónica jersey azul que nos ofreció la selección de Yugoslavia durante el Mundial de Italia 1990. Este diseño, caracterizado por rayos diagonales en blanco y rojo, simboliza la potencia que Yugoslavia representaba en el fútbol mundial en ese entonces. Esta prenda no solo recuerda a una época dorada del fútbol yugoslavo, sino que también evoca el orgullo de una selección que llegó a estar entre los grandes del deporte.